La hospitalidad y el hospedaje significan mucho para mí. Desde mi punto de vista, el hospedaje no es sólo un negocio sino un estilo de vida. Hay muchas maneras de hacerlo, elegí la que sentía que era la más apropiada a largo plazo, con corazón y plena conciencia. En los últimos años, la industria del turismo se ha superado a si misma cada año, por lo que básicamente cualquier persona que tuviera algo de espacio libre en su casa, consideró entrar en el negocio de alquilarlo.

Desafortunadamente, lo imposible e inesperado sucedió este año con la aparición del virus COVID-19 y ahora parece que todo está al revés. El futuro es más incierto que nunca, y ahora nos preguntamos, ¿qué está por venir?

Tengo mi sede en Eslovenia, uno de los países más verdes y seguros del mundo. Tenemos una de las áreas geográficas más distintivas, ya que puedes visitar los Alpes, la costa mediterránea y los viñedos con agua termal, todo en un día. Más precisamente, estoy basado en Bohinj, una maravilla natural que LonelyPlanet nombró «El cielo en el fin del mundo», el año pasado.

Recientemente, recibir huéspedes de todo el mundo no era complicado, si tu objetivo era ganar un dinero decente en un corto período de tiempo, por ejemplo. Si dejamos a un lado los trámites y los procedimientos legislativos, el proceso de alquilar una habitación o una vivienda, no es complicado. Si tienes una actitud positiva y estás dispuesto a hacer una parte del trabajo duro, como por ejemplo, limpiar, organizar cosas, cuidar a los invitados, cocinar, etc., puede ser un negocio muy rentable.

¿Pero cuál es la fuerza detrás de esto? La demanda, obviamente. Las cosas parecían fáciles durante mucho tiempo, no hacía falta hacer un gran esfuerzo para tener un buen negocio. Para muchas personas, el hecho de alquilar una habitación o alojamiento, era una forma de ganar un dinero rápido, para reparaciones y costes. Para mí es mucho más. Es un estilo de vida, un trabajo a tiempo completo que viene con turnos de trabajo flexibles, un negocio que necesita tiempo, adaptación, inversiones y mejoras constantes. Cuando termine la pandemia, no podremos retomar donde lo dejamos.

La OMT ha pronosticado un recorte del 25% en los viajes internacionales y esto aparentemente se notará. Algunos destinos sufrirán más que otros. Se evitarán ciudades y destinos de masas, se explorarán alternativas para el transporte aéreo, los viajes se acortarán en términos de distancia y habrá un aumento de los viajes nacionales. Esas son predicciones generales que sucederán seguro en algún momento. Entonces, ¿qué pasará con el alojamiento de negocios y la hospitalidad en el mundo? Y desde una perspectiva más personal, ¿qué pasará en Bohinj? Creo que el sector hotelero sufrirá las peores consecuencias después de esto, considerando la posibilidad de registrar grandes pérdidas. Ya están haciendo un esfuerzo grande para cada huésped, y algunos hoteles ya están cerrados temporalmente. Las agencias de viajes online perderán algo de poder ya que los turistas intentarán aún más encontrar el vínculo directo con el proveedor, ya que obviamente es más barato y ayudan más a la economía local. Soy una persona optimista, por lo que creo que la gente se mantendrá unida, después de esto e intentará ayudar a las pequeñas empresas de manera más directa.

Sin embargo, el marketing y la optimización en varias plataformas tendrán un papel aún más importante: ¿Cómo se destaca en comparación a los demás? ¿Qué herramientas y trucos se pueden utilizar para conseguir que los algoritmos te tengan en cuenta y para que la gente te encuentre a tí, y no a la competencia?

Seamos honestos, la demanda no será tan alta como era antes. ¿Qué pasará con la oferta? La gente está acostumbrada a vender a tarifas altas, a tener mucha demanda, pero esto cambiará. La experiencia será aún más importante: los huéspedes gastarán su dinero con más precaución, por lo que el servicio debe ser de más calidad que nunca. El cuidado de cada huésped es siempre una prioridad en la hospitalidad, pero sin duda, ahora ganará aún más importancia. Habrá que dar importancia a las cosas pequeñas, las que no se daban mucha importancia anteriormente.

¿Y la tecnología? Creo que por ahora tendrá menos importancia. Es evidente, que los registros automáticos y la comunicación con los huéspedes a distancia parecen convenientes y funcionan, pero el mundo se adaptará a una nueva realidad en la que los valores y las normas cambiarán de tal manera que el trato personal volverá a tener una importancia extrema. Las comunidades incrementarán sus conexiones, y esto nos va a beneficiar a todos. Ahora serán más importantes los beneficios mutuos, llegar a compromisos, encontrar un equilibrio y llegar a un modelo sostenible que nos beneficia a todos.

Ahora, el mundo tendrá que intentar salir del caos, salir de la oscuridad en la que nos encontramos ahora mismo. Los tiempos inciertos están por venir y cada industria enfrentará grandes desafíos y cambios. Hace unos meses, estudiar turismo parecía la mejor decisión de la historia, y ahora … ¡todavía lo es! El turismo se trata de gente, de relaciones, de sonrisas, y la situación se recuperará, tarde o temprano. Pero, ¿qué va a pasar? ¿Qué consecuencias tendrá? He compartido mi punto de vista, y estoy seguro de que con cada evento negativo, también habrán efectos secundarios positivos.

Realmente espero que tengamos la oportunidad de recibir muchos turistas en Bohinj este año y en adelante. Trabajaremos más duro a nivel individual, seremos más inteligentes y más conectados colectivamente. Estarémos más fuertes que antes. Espero poder escribir otra entrada en el futuro donde pueda reflexionar sobre esta. ¿Y tú? ¿Qué opinas tú sobre el tiempo del cual nos estamos enfrentando?